domingo, 19 de septiembre de 2010

mañana de domingo rara

Me despierto sin la presión del oscuro despertador e intento mirar, y reconocer, esos palitos verdes ordenados caprichosamente. Las 7 y 35 minutos. ¡¡Horror!! Mi cuerpo se adaptado, como un funcionario de oposición, a la rutina laboral. Mi mente no. Disfunción de voluntad.

Cierro los ojos fuerte, hasta ver lucecitas de colores, con el objetivo de volver a caer en los brazos de Morfeo. Pero mi vejiga me juega una mala pasada, y con la premura de los que no conocen la espera, debo levantarme. Primera batalla perdida. Ya estoy de pie.

Descubro una cara que me suena en el espejo y intento aclarar la visión con algo de agua fría. Segunda batalla perdida por mi indomable curiosidad. Total, era yo. Me he despejado.




Afronto el domingo con la resignación del que madruga y la satisfacción del que tiene un día por delante sin obligaciones. No envidio, para nada, a mis amigos con niños en edad de incordiar en este momento. Un saludo y todo mi apoyo para ellos desde estas líneas. Para los padres por supuesto, los niños no necesitan mi apoyo. Saben dar el coñazo de una manera innata, viene escrito en su patrimonio genético.

11 y treinta de la madrugada dominical. El perro de mi vecina, que no es su pareja sino su mascota, afila sus uñas con los mamperlanes de la escalera. Yo disfruto de las magdalenas del Mercado, mientras mis dientes se afilan en su capa de azúcar tostado. Las cortinas del mirador se balancean, perezosas, entre los rayos de sol. Parece el día perfecto. Y de repente, el desastre. Anuncian Titanic en la Sexta. Nooooo

Vuelve a mi mente la edulcorante melodía de Celine Dion. ¿Por qué James Cameron no la ató a la barandilla de la proa del barco, con los brazos en cruz, y la inmoló en nombre del buen gusto? Posiblemente sea una de las cantantes más moñas y afectadas, después de Nati Mistral. Esta última, yo creo que, tomaba setas alucinógenas antes de interpretar. Esos ojos, y la tele en blanco y negro, daban ganas de salir corriendo como las locas hacia la ventana y saltar sin dejar testamento.

¿Por qué las tardes de domingo tienen que ser cursis?¿Por qué las cadenas han decidido que las familias se unen frente al televisor para sufrir con esos absurdos dramas lacrimógenos?¿Quién afirma esto?¿El departamento de marketing de Kleenex  o Karina? Por Dios....

Y después, Fútbol, para romper ese absurdo equilibrio sentimental familiar creado con el culebrón. Nena, tráeme una servesa, que las piernas no me funsionan a la par que el celebro cuando veo a más de veinte tíos en calsonsillos corriendo.... Joder, con unas patatitas, que hay que decirtelo todo..... Y tú, niño, deja de joder con la pelota, que para eso ya le pagan una pasta a un niñato metrosexual, depilado y con cresta de pollo, que es el nuevo héroe galáctico hasta la temporada 2011-2012, que lo lapidaran en plaza pública.

Ya los romanos descubrieron la formula de pan y circo para los tiempos difíciles. En los nuestros, parece que triunfa la opción Celine-CR7 para los domingos anodinos.

Porque entre semana, tenemos un puntito menos relajado y más barriobajero. La actividad diaria y frenética saca lo peor de nosotros mismos. Y los programadores lo saben. De ahí el triunfo de formulas como Macarras,Chonys y viceversa. ¿No podrían gasear ese estudio con todos ellos dentro? Ya lo sé. Si se le coge cariño a un perro, como no se lo van a coger a estas alimañas. Pero lo podrían gasear y así matábamos dos pájaros, o varios pajarracos, de un tiro. Nos librábamos de los habitantes estrellas de Chonyland y Tele5 podría hacer 1.536 programas con las mejores escenas de como se retuercen, el entierro, los tertulianos destripando las vidas privadas de las victimas... Vamos, un filón de horas televisivas en prime time y del amarillo oscuro casi marrón más asqueroso posible.

Y luego, está esa universidad de la vida. Sálvame. En sus diversos formatos, diario, de luxe y próximamente lo van a comercializar en píldoras para competir con el Evacuol, sin ninguna duda con éxito en esta nueva empresa comercial. Ese gordito emplumado, más malo que la Channig en sus horas altas, acompañado de la Princesa del Pueblo y una sarta de indeseables, convertidos en tertulianos, en posesión de la verdad y con el derecho de arrasar vidas, como si fuesen carniceros de pueblo, han tomado posesión de las tardes de crisis y merienda.

¿Dónde ha quedado la televisión de entretenimiento?¿Por qué hemos vuelto al circo romano, sustituyendo a los leones por buitres carroñeros que presumen de universitarios? Y prohibimos los toros.. Y a estos personajes repulsivos les pagamos una pasta. Curiosa sociedad bipolar.

Después de toda esta gimnasia televisiva y siendo domingo, puestos a ser vulgares, me quedo con Aída. De barrio pero, siendo ficción, más autentica que toda esta escoria engominada y maquillada como papagayos.

Feliz domingo y que nos pille confesaos.

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