martes, 12 de abril de 2011

Sí, me gusta el Barça. Y qué?

A veces me cuesta reconocerme en este mundo a 1.000 revoluciones por minuto. La gente se empeña en atribuirme o asignarme un estereotipo que me sienta como un traje de Carrefour. Me tira por todos lados. Cada día me cuesta más definirme con los términos tipo de los perfiles de las redes sociales. Cada día me cuesta reconocerme más con un colectivo social de cualquier tipo. Me cuesta asumir ideologías o credos a pies juntillas. Me cuesta más ser colectivo para dejar de ser uno. ¿Me estaré volviendo egoísta e individualista?



La verdad es que soy bastante atípico en mis filias y fobias. No soy fácilmente reconocible en ningún patrón establecido y, a ratos, soy bastante contradictorio. Creo que lo mejor será investigar en una lista alterna de cosas me gustan y detesto.

Me gusta la coca de mollitas aunque los forasteros piensen que es una especie de polvorón salado y asesino.

Detesto el olor de las sardinas y las anchoas en todas sus variedades.

Me gusta pasear por Madrid.

Detesto las colas de los supermercados.

Me encanta leer en la cama y en el tren.

No soporto ir al cine solo.

Me encanta alimentarme en verano de aspencat y gazpacho andaluz.

No soporto comer pescado, ni crudo, ni cocinado, ni en salazón.

Me gusta perder el tiempo en la cama los domingos.

No me gusta ir los lunes a trabajar después de un fin de semana duro.

Me gustan las políticas sociales que facilitan la vida a la gente que no lo tiene fácil, no las que buscan réditos electorales.

Detesto la gente que cree que el ranchito es suyo, independientemente del color de la bandera.

Me gusta la gente que se esfuerza en ser profesional y no en ser popular.

No soporto a los trepas, a los que todo les vale para conseguir la cumbre.

Me gusta la Coca Cola.

No soporto el Red Bull.

Me gusta el Barça.

No me gusta la filosofía del Real Madrid. Ni sus directivos ni sus jugadores.

Me gusta TriBeCaNew York City.

No soporto El Barrio Rojo de Amsterdam.

Me gustan las palomitas dulces.

Me aburren los Lacasitos.

Me gustan las letras de Dani Martín.

No aguanto a Celine Dion.

Me gusta perderme en Ibiza.

No me gusta Marbella.

Me gusta una tarde en Guadalest.

Me agobian los parques temáticos.

Me encantan las zapatillas con personalidad.

No me gustan los trajes de señor de 65 para jóvenes de 25.

Me gusta cantar e inventarme la letra.

No me gusta cuando te corrigen una letra en inglés en un bar del Barrio.

Me gusta mojar en el plato el aceite sobrante.

No me gusta la gente que le habla mal a los camareros.

Me gusta perderme viendo procesiones en Semana Santa.

No me gusta la Iglesia y su Curia.

Me gusta la fruta.

No soporto los zumos envasados.

Me gusta una tarde con amigos como si el mundo no siguiera mañana por la mañana.

No me gustan las cenas de compromiso.

Me gusta que me abracen.

No me gusta que me apuñalen por la espalda mientras lo hacen.

Me gusta la ropa buena sin que se note.

No soporto no saber combinar traje, camisa y corbata. Los zapatos menos aun.

Me gustan mis amigos.

No soporto los que dicen que somos super amigos y no sabrían decir tres frases de este post.

3 comentarios:

  1. Soy del Madrid, no me odies Pascual, no todos podemos ser perfectos.

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  2. he corregido, me refería a los directivos.... los aficionados ya tienen bastante con lo que tienen.

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  3. A parte de la tontería del Madrid, lo del pescado y mas yo que vivo en Berlín y aquí es un privilegio comer pescado, teniendo el mercado central y mas tu que vas todas las semanas a comprar el no comerlo es casi imperdonable. Un abrazo

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